domingo, 20 de agosto de 2023

Cohélet Hijo de David, excelente tú sabiduría

Eclesiastés 1, 1-18

Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén.

¡Vanidad de vanidades! - dice Cohélet -, ¡vanidad de vanidades, todo vanidad!

¿Qué saca el hombre de toda la fatiga con que se afana bajo el sol?

Una generación va, otra generación viene; pero la tierra para siempre permanece.

Sale el sol y el sol se pone; corre hacia su lugar y allí vuelve a salir.

Sopla hacia el sur el viento y gira hacia el norte; gira que te gira sigue el viento y vuelve el viento a girar.

Todos los ríos van al mar y el mar nunca se llena; al lugar donde los ríos van, allá vuelven a fluir.

Todas las cosas dan fastidio. Nadie puede decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído de oír.

Lo que fue, eso será; lo que se hizo, ese se hará. Nada nuevo hay bajo el sol.

Si algo hay de que se diga: «Mira, eso sí que es nuevo», aun eso ya sucedía en los siglos que nos precedieron.

No hay recuerdo de los antiguos, como tampoco de los venideros quedará memoria en los que después vendrán.

Yo, Cohélet, he sido rey de Israel, en Jerusalén.

He aplicado mi corazón a investigar y explorar con la sabiduría cuanto acaece bajo el cielo. ¡Mal oficio éste que Dios encomendó a los humanos para que en él se ocuparan!

He observado cuanto sucede bajo el sol y he visto que todo es vanidad y atrapar vientos.

Lo torcido no puede enderezarse, lo que falta no se puede contar.

Me dije en mi corazón: Tengo una sabiduría grande y extensa, mayor que la de todos mis predecesores en Jerusalén; mi corazón ha contemplado mucha sabiduría y ciencia.

He aplicado mi corazón a conocer la sabiduría, y también a conocer la locura y la necedad, he comprendido que aun esto mismo es atrapar vientos, pues: Donde abunda sabiduría, abundan penas, y quien acumula ciencia, acumula dolor. 

Sabias palabras de Cohélet, quenos enseña muchas cosas que debemos aprender y conocer como son las cosas de la vida de las cuales debemos aprender cada dia más de las manos de Dios.

domingo, 23 de abril de 2023

EL HOMBRE ES "CAPAZ" DE DIOS.



 EL DESEO DE DIOS.

    El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido creado por Dios y para Dios; y Dios no cesa de atraer al hombre hacia sí, y sólo en Dios encontrará el hombre la verdad y la dicha que no cesa de buscar:  La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios.  El Hombre es invitado al diálogo con Dios desde su nacimiento; pues no existe sino porque, creado por Dios por amor, es conservado siempre por amor; y no vive plenamente según la verdad si no reconoce libremente aquel amor y se entrega a su creador.

    De múltiples maneras, en su historia, y hasta el día de hoy, los hombres  han expresado su búsqueda de Dios por medio de sus creencias y sus comportamientos religiosos (oraciones, sacrificios, cultos, meditaciones, etc.). A pesar de las ambigüedades que pueden entrañar, estas formas de expresión son tan universales que se pueden llamar al hombre un ser religioso: El creó, de un sólo principio, todo el linaje humano, para que habitase sobre toda la faz de la tierra y determinó con exactitud el tiempo y los limites del lugar donde habían de habitar, con el fin de que buscasen a Dios, para ver si a tientas le buscaban y le hallaban; por más que no se encuentra lejos de cada uno de nosotros; pues en él vivimos, nos movemos y existimos (Hch 17, 26-28).

    Pero esta "unión íntima y vital con Dios" puede ser olvidada, desconocida e incluso rechazada explicita-mente por el hombre. Tales actitudes pueden tener orígenes muy diversos: la rebelión contra el mal en el mundo y de las riquezas, el mal ejemplo de los creyentes, las corrientes de pensamiento hostiles a la religión y finalmente esa actitud del hombre pecador que, por miedo, se oculta de Dios y huye ante su llamada.

    "Se alegre el corazón de los que buscan a Dios" (Sal 105, 3). Si el hombre puede olvidar o rechazar a Dios, no cesa de llamar a todo hombre a buscarle para  que viva y encuentre la dicha. Pero esta búsqueda exige del hombre  todo el esfuerzo de su inteligencia, la rectitud de su voluntad, "un corazón recto", y también el testimonio de otros que le enseñen a buscar a Dios.

    Tú eres grande, Señor y muy digno de alabanza: grande es tu poder, y tu sabiduría no tiene medida.  Y el hombre, pequeña parte de tu creación, pretende alabarte, precisamente el hombre que, revestido de su condición mortal, lleva en sí el testimonio de su pecado y el testimonio de que tú resiste a los soberbios. A pesar de todo, el hombre, pequeña parte de tu creación, quiere alabarte. Tú mismo le incitas a ello, haciendo que encuentre sus delicias en tu alabanza, porque nos han hecho para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en ti.

CIC N° 27 - 30.   

sábado, 7 de enero de 2023

Del Oriente vienen unos Magos



Nacido Jesús en Belén de Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.»

En oyéndolo, el rey Herodes se sobresaltó  con él toda Jerusalén.

Convocó a todos los sumos sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar donde había de nacer el Cristo.

Ellos le dijeron: «En Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta:  Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.»

Entonces Herodes llamó aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la estrella.

Después, enviándolos a Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.»

Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño.

Al ver la estrella se llenaron de inmensa alegría.

Entraron en la casa; vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.

Y, avisados en sueños que no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino. 

En mi reflexión Personal de lo que nos dice el Evangelista San Mateo 2; 1-12, me doy cuenta que Dios en su infinito amor nos regala a su único hijo para que reflexionemos y orientarnos nuestras vidas, por otro lado vemos que unos Magos de Oriente le ofrecen hermosos regalos a nuestro Señor Jesús, pensemos un poquito y miremos nuestras vidas y preguntemonos ¿Qué le regalamos nosotros al Niño Jesús? En lo personal no le he regalado nada para todo lo que el me ha dado a mi, espero que en esta manera de leer el libro de Mateo me haga ver las cosas de un modo mejor para seguirle sirviendo a Dios y agradarle como a Él le gustaría.

lunes, 2 de enero de 2023

Reflexión Personal

     En el año 2021, en el mes de agosto perdí a mi abuela Materna, un ser especial en el que Dios me enseñó a confiar y al mismo tiempo a Valorar, fue aprender a aceptar la voluntad de Nuestro Padre Celestial. 

      En el  año 2022, el Señor me dió la dicha de aprender a amar a alguien que se estaba uniendo a mi, pero que no se quedó conmigo, sino que se fue con mi Señor Jesucristo, y se que desde allá en el Cielo tengo mi amor bonito que me espera con los brazos abiertos y que estaremos juntos con nuestro Padre Celestial. 

     También en septiembre del 2022, vivi una experiencia muy bonita que me enseñó cada día más amar a mi Señor y me recordó que él nunca me dejó sola y siempre estuvo a mi lado a pesar de las malas decisiones que pude haber tomado. Seguiré amándolo y siguiéndolo en el caminar que él me demuestre. Te Amo mi Señor Jesús, Gracias por todas las enseñanzas impartidas por ti para mí.

domingo, 1 de enero de 2023

Una pequeña reflexión... de 1 año y 6 meses.

     Después de un año y seis meses de desaparecida, he vuelto para estar mas constante en el transcurrir de la vida de cada uno como ser humano.  Después de estar encerrada cumpliendo con la cuarentena por el COVID-19; han sucedido muchas cosas que nos lleva a reflexionar y a darnos cuenta de que no debemos despegarnos del Rey de Reyes y Señor de Señores; sigamos de las manos de nuestro Señor Jesucristo, y no dejemos de orar y estar en comunicación con Él, ya que nunca nos abandona somos nosotros los que nos alejamos de Él.

    Siempre vivimos reprochando le cada una de las cosas que nos suceden, nos quejamos, le pedimos este mundo y el otro, pero como no vemos los resultados que queremos le decimos, que no nos escucha y que no quiere nada bueno para nosotros, por eso debemos reflexionar y decir Dios sabe El porque de las cosas y debemos guiarnos al tiempo de Dios; ya que el Tiempo de Dios es Perfecto. 

   En esta cuarentena hemos perdido algunos seres queridos, unos por COVID-19,  otros por enfermedades comunes, otros por Infartos, otros por ACV, otros por Accidentes Automovilísticos, entre otros, en fin, como sale el comentario Murió por COVID-19; La situación País, es decir una economía, que no ayuda a nadie solamente debemos ponernos en las manos de Dios, y decirle en alta voz HÁGASE TU VOLUNTAD EN CADA UNO DE NOSOTROS, pero no tenemos el coraje ni el valor de decirle así mismo a Dios que desea lo mejor para nosotros.


jueves, 3 de junio de 2021

MENSAJE DE JESÚS.

 ¿Por qué te confundes y te agitas ante los problemas de la vida?

    Déjame el cuidado de todas tus cosas y todo te ira mejor. Cuando te abandones en mi todo se resolverá con tranquilidad según mis designios. No te desesperes, no me dirijas una oración agitada. Como si quisieras exigirme el cumplimiento de tus deseos. Cierra los ojos del alma y dime con calma, Jesús yo confió en ti.

    Evita las preocupaciones y angustias y los pensamientos sobre lo que pueda suceder después. No estropees mis planes, queriéndome imponer tus ideas déjame ser Dios y actuar con libertad.

     Abandónate confiadamente en mi, reposa en mi y deja en mis manos tu futuro. Dime frecuentemente: Jesús yo confió en ti, lo que mas daño te hace es tu razonamiento y tus propias ideas, querer resolver las cosas a tu manera; cuando me dices: Jesús yo confió en ti, no seas como el paciente que le pide al medico que lo cure, pero le sugiere el modo de hacerlo.  Déjate llevar en mis brazos divinos, no tengas miedo. YO TE AMO.

    Si crees que
las cosas empeoran o se complican a pesar de tu oración sigue confiado, cierra los ojos del alma y confía.

     Continua diciéndome a toda hora Jesús yo confió en ti. Necesito las manos libres para poder obrar no me ates con tus preocupaciones inútiles, Satanás quiere eso agitarte, angustiarte, quitarte la paz, confía solo en mi, abandónate en mi, así que no te preocupes, hecha en mi todas tus angustias y duerme tranquilamente. Dime siempre Jesús yo confió en ti y veras grandes milagros, te lo prometo por mi amor. Amén.



lunes, 22 de marzo de 2021

Reflexiones sobre los actos de Dios

 


A Dios clamo con fuerte voz para que él me escuche. 

El día que estoy triste busco al Señor, y sin cesar levanto mis manos en oración por las noches. 

Mi alma no encuentra consuelo.

Me acuerdo de Dios, y lloro; me pongo a pensar, y me desanimo.

Tú, Señor, o me dejas pegar los ojos; ¡estoy tan aturdido, que no puedo hablar!

Pienso en los días y los años de antes; recuerdo cuando cantaba por las noches.

En mi interior medito, y me pregunto: ¿Acaso su amor se ha terminado? ¿Se ha acabado su promesa para siempre?

¿Acaso se ha olvidado Dios de su bondad?

¿Está tan enojado, que ya no tiene compasión?

Lo que más me duele pensar que el Altísimo ya no es el mismo con nosotros.

Recordaré las maravillas que hizo el Señor en otros tiempo; pensaré en todo lo que ha hecho.

Oh Dios, tú eres santo en tus acciones; ¿qué Dios hay tan grande como tú?

¡Tú eres el Dios que hace maravillas! ¡Diste a conocer tu poder a las naciones!

Con tu poder rescataste a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José.

Oh Dios, cuando el mar te vio, tuvo miedo, y temblaron sus aguas más profundas: las nubes dejaron caer su lluvia, y hubo truenos en el cielo y relámpagos por todas partes.

Se oían tus truenos en el torbellino; el mundo se iluminó con tus relámpagos y la tierra se sacudió con temblores.

Te abriste paso por el mar; atravesaste muchas aguas, pero nadie encontró tus huellas.

Dirigiste a tu pueblo como a un rebaño, por medio de Moisés y de Aarón.

Salmo 77 (76), 1 - 21

Cohélet Hijo de David, excelente tú sabiduría

Eclesiastés 1, 1-18 Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén. ¡Vanidad de vanidades! - dice Cohélet -, ¡vanidad de vanidades, to...