lunes, 19 de abril de 2010

EL SEÑOR ES NUESTRO REFUGIO



El que vive bajo la sombra protectora del Altísimo y Todopoderoso,
dice al Señor: "Tú eres mi refugio mi castillo, ¡mi Dios, en quien confío!".
Solo él puede librarte de trampas ocultas y plagas mortales, pues te cubrirá
con sus alas, y bajo ellas estarás seguro.
¡Su fidelidad te protegerá como un escudo!
No tengas miedo a los peligros nocturnos, ni a las flechas lanzadas de día,
ni a las plagas que llegan con la oscuridad, ni a las que destruyen a pleno sol:
pues mil caerán muertos a tu izquierda y diez mil a tu derecha, pero a ti nada te pasara.
solamente lo habrás de presenciar: verás a los malvados recibir su merecido.
Ya que has hecho del Señor tu refugio, del Altisimo tu lugar de protección ,
no te sobrevendrá ningún mal ni la enfermedad llegará a tu casa;
pues él mandará que sus ángeles te cuiden por donde quiera que vayas.
Te levantarán con sus manos para que no tropieces con piedra alguna.
Podrás andar entre leones, entre monstruos y serpientes.
Yo lo pondré a salvo, fuera del alcance de todos, porque él me ama y me conoce.
Cuando me llame, le contestaré; ¡yo mis,o estaré con él!
Lo libraré de la ngustía y lo colmaré de honores;
lo haré disfrutar de una larga vida:
¡lo haré gozar de mi salvacion!"

Salmo; 91 (90)

domingo, 4 de abril de 2010

ORACION POR LOS SACERDOTES

Señor Jesús, que en san Juan Maria Vianney quisiste donar a tu iglesia una conmovedora imagen de tu caridad pastoral, haz que, en su compañia y sustentados por su ejemplo, vivamos en plenitud este Año Sacerdotal. Haz que, permaneciendo como Él delante de la Eucaristia, podamos aprender cuan sencilla y cotidiana es tu palabra que nos enseña; tierno el amor con el que acoges a los pecadores arrepentidos consolador el abandono confiado a tu Madre Inmaculada. Haz, Oh Señor, que, por intercesicion del Santo Cura de Ars, las familias cristianas se conviertan en "pequeñas iglesias", donde todas las vocaciones y todos los carismas, donados por tu Espíritu Santo, puedan ser acogidos y valorizados Concedenos, Señor Jesís, poder repetir con el mismo ardor del Santo Cura de Ars las palabras con las que él solia dirigirse a Tí:

TE AMO, OH MI DIOS.
MI ÚNICO DESEO ES AMARTE HASTA
EL ÚLTIMO SUSPIRO DE MI VIDA.

TE AMO, OH INFINITAMENTE AMOROSO DIOS,

Y PREFIERO MORIR AMÁNDOTE QUE
VIVIR
UN INSTANTE SIN AMARTE.

TE AMO, SEÑOR, Y LA ÚNICA GRACIA QUE
TE PIDO ES LA DE AMARTE ETERNAMENTE
OH MI DIOS, SI MI LENGUA NO PUEDE
DECIR CADA INSTANTE QUE TE AMO,

QUIERO QUE MI CORAZON LO REPITA

CADA VEZ QUE RESPIRO.

TE AMO, OH MI DIOS SALVADOR
PORQUE
HAS SIDO CRUCIFICADO POR MI,
Y ME TIENES AQUI CRUCIFICADO CONTIGO.

DIOS MIO, DAME LA GRACIA DE MORIR
AMÁNDOTE
Y SABIENDO QUE TE AMO.
AMEN

Cohélet Hijo de David, excelente tú sabiduría

Eclesiastés 1, 1-18 Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén. ¡Vanidad de vanidades! - dice Cohélet -, ¡vanidad de vanidades, to...