domingo, 14 de febrero de 2010

FE EN ALGUÍEN

La fe cristiana no es sólo lo que buscaba Miguel de Unamuno. El hombre de fe no se conforma con indagar el porqué - causalidad - y el para qué y a dónde finalidad del mundo y del hombre. Aunque también busque eso, el hombre de fe prefiere el Alguien que ama, algo que no ama. Por eso dice YO CREO EN DIOS, en vez de YO CREO EN ALGO.
La fe escribio J. Ratzinger es encontrar un tú que me sostiene y que, en la imposibilidad de realizar un movimiento humano, me da la promesa de un amor indestructible, que no sólo solicita la eternidad, sino que la otorga.
El hombre de fe descansa en Dios, porque sabe que es su Padre. Por eso la fe, la confianza y el amor son, en realidad, una misma cosa. El vencimiento de la duda o tentación contra la fe es ya la fe. Pero el vencimiento de la duda a veces supone una busquedad prolongada del Alguien. Búsqueda que es zozobra, que es crisis, que es anuistia... Búsquedad que en el fondo es ejercicio de la fe.
¿Qué bien lo expresó Amado Nervo en su poema?
¿Le Buscas? ¿Es que le tienes?
Oirás decir frecuentemente a muchos que no encuntrean a Dios. Pregúntales si le buscan y hasta dónde llega su anhelo de hallarle. Si le buscan con muchi ahínco, tranqulízalos, porque ya le han encontrado...
Dios dice a Pascal en las Meditaciones:
Console toi, tu ne me chercherais pas, si tu ne m'avais trouvé. Pensamiento admirable, capaz de inundar de consuelo al espíritu más árido y desolado.
Pensamiento, por otra parte, de una sorprendente exactitud.
Pues, el que busca a Dios con ahínco es porque le ama, y el que le ame ya lo posee.
Por eso Amado Nervo glosa la frase del ilustre pensador fránces en estos versos:
"Alma, sigue hasta el final
en pos del Bien de los bienes:
y consuélate en tu mal,
pensando como Pascal:
¿Le buscas? ¡Es que le tienes!"

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