lunes, 20 de julio de 2009

AMAR ES CONDIVIDIR

Desde que nos comprometimos el uno con el otro, se ha creado entre nosotros una comunidad, hecha que todo lo que hemos puesto en común.
Hemos decidido unir nuestras dos vidas; tenemos ya el mismo destino. El largo camino que se abre delante de nosotros, lo recorremos juntos.
La comunidad de vida que se ha establecido entre nosotros se realizará plenamente en el matrimonio, cuando finalmente "viviremos juntos". Habrá toda la vida para desarrollarla, enriquecerla, profundizarla. Pero ya ahora mismo la estamos construyendo, día tras día. Poner en común todo lo que somos y tenemos, requiere diálogo, intercambio, comunicación. Amar es conocerse; es el esfuerzo de "dejarse conocer dentro".
Amar es aprender a aceptarse a sí mismo y aceptar al otro; con los propios límites, con los propios méritos y defectos. Es saber aceptar el complemento que viene del otro, así como su ayuda.
Si aprendemos a aceptarnos, a poner en común nuestros proyectos, entonces el amor crece.
Quien ama verdaderamente, sale de su egoismo. Descubre que aunque se vivda "juntos" se puede ser egoista. Nuestro amor para crecer tiene necesidad de crecer: se prolonga en nuestros hijos; se prolonga en los demás.

EL AMOR SE PROLONGA EN LOS HIJOS.

No hay comentarios:

Cohélet Hijo de David, excelente tú sabiduría

Eclesiastés 1, 1-18 Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén. ¡Vanidad de vanidades! - dice Cohélet -, ¡vanidad de vanidades, to...