lunes, 12 de octubre de 2009

LOS SUEÑOS

Los tontos viven de falsas esperanzas;
los sueños dan alas a los insensatos.

Creer en los sueños es querer agarrar
una sombra o perseguir el viento.

Lo que uno ve en sueños es solo una imagen,
como un rostro revelado en un espejo.

Nada limpio puede venir de la suciedad;
ninguna verdad puede tampoco venir de la mentira.

Advinaciones, pronósticos y sueños son cosas sin valor;
fantasias como las mujer de parto.

Si no viene de parte del Altisimo,
no les prestes la menor atención.

Porque muchos se dejaron engañar por los sueños,
y por creer en ellos se arruínaron.

Hay que cumplir la ley son hacer trampas;
el hombre de fiar enseña la perfecta sabiduría.


Eclesiástico: 34, 1-8

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