domingo, 28 de marzo de 2010

EL BUEN SAMARITANO

Un maestro de la ley se acercó a Jesús y le hizo una pregunta difícil para ver si Jesús se la podia responder.

"¿Quien es mi prójimo?"

Jesús entonces le contestó contándoles una historia.

Un hombre iba de Jerusanén al pueblo deJericó,El el camino lo atacaron unos ladrones lo asaltaron y le robaron toda la ropa, luego lo golpearon y lo dejan tirado en el suelo medio muerto.

Un sacerdote judio venia por ese camino, y pasando a su lado, hizo como que no lo vió y siguió su camino sin ayudarle.

Mas tarde paso un levita que trabajaba en el templo, el levita cuando lo vió,

dio un vuelta y siguió su camino tambien sin ayudarlo.

Finalmente pasó un hombre de la ciudad de Samaria, cuando le vió se apenó

mucho y se acercó para ayudarlo.

Lavó sus heridas con aceite y vino, y le puso vendas.Luego lo subió a su burro y lo llevó a una posada y lo cuidó toda la noche.

Al dia siguiente el samaritano, sacó su dinero le pago al encargado de la posada y antes de irse le recomendó:

"Por favor cuídelo bien, que si hay algún gasto extra, cuando yo regrese se lo pagaré."

Jesús preguntó al maestro de la ley...¿Cual de los tres hombres fué el verdadero prógimo de el hombre herido por los bandidos?

El maestro respondió: "el que se preocuó por él y lo cuidó".

Jesús dijo: Ahora ya sabes, y tú debes hacer lo mismo que el samaritano.

San Lucas 10: 25-37

sábado, 27 de marzo de 2010

CONSEJOS A LOS JOVENES

Hijo mío. atiende la instrucción de tu padre y no abandones la enseñanza de tu madre,
pues serán para ti un bello adorno; como un collar o una corona.
Si los pecadores quieren engañarte, !no se lo permitas, hijo mio¡
Tal vez te digan: "Ven con nosotros; por capricho tenderemos una trampa
para matar a algún inocente cuando pase.
Nos tragaremos vivos a los hombres honrados como se traga la muerte
a quienes caen en el sepulcro.
Tendremos toda clase de riquezas, ¡llenaremos nuestras casas con todo lo robado!
Ven y comparte tu suerte con nosotros, y comparte tambien nuestro fondo común".
¡Pero no vayas con ellos, hijo mío!
Aléjate de sus malos caminos, pues tienen prisas por hacer lo malo;
tienen prisas por derramar sangre!
Aunque no valela pena ender una trampa si los pajarons pueden verla,
esos hombres se tienden la trampa a sí mismos y ponene su vida en peligro.
Tal es el final de los ambiciosos; su propia ambición los mata.

lunes, 15 de marzo de 2010

LO QUE DIOS ESPERA DEL HOMBRE

¿Quién puede residir en tu santuario?
¿Quién puede habitar en tu santo monte?
Solo el que vive sin tacha y práctica la justicia,
el que dice la verdad de todo corazón;
el que no habla mal de nadie;
el que no hace daño a su amigo ni ofende a su vecino;
el que mira con desprecio a quién desprecio merece,
pero honra a quien honra al Señor;
el que cumple sus promesas aunque le vaya mal;
el que presta su dinero sin exigir intereses;
el que no acepta soborno en contra del inocente.

El que así vive, jamás caerá.

NO HAY MEJOR HERENCIA

¡Cuida, oh Dios, de mí, pues en ti busco protección!
Yo te he dicho: "Tú eres mi Señor, mi bien; nada es comparable a ti".
Los dioses del país son poderosos, según dicen lo que en ellos se complacen, y los siguen con gran devoción.
¡Jamás tomaré parte en sus sangrientos sacrificios!
¡Jamás pronunciaré sus nombres con mis labios! tú me colmas de bendiciones; mi vida está en tus manos.
Primoroso lugar me ha tocado en suerte; ¡hermosa es la herencia que me ha correspondido!
Bendeciré al Señor, porque él me guía, y en lo íntimo de mi ser me corrige por las noches.
Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer.
Por eso, dentro de mí, mi corazón está lleno de alegría.
Todo mi ser vivirá confiadamente, pues n me dejarñas en el sepulcro, ¡no abandonarás en la fosa a tu amigo fiel!
Hay gran alegríaen tu presencia; hay dicha eterna junto a ti.

Cohélet Hijo de David, excelente tú sabiduría

Eclesiastés 1, 1-18 Palabras de Cohélet, hijo de David, rey en Jerusalén. ¡Vanidad de vanidades! - dice Cohélet -, ¡vanidad de vanidades, to...